Solo con un PC, Wi-Fi y las Google Cardboard ya tenemos acceso a la experiencia VR de gama alta que acaba de llegar al mercado gracias al software de VRidge.
En
el llamado Año de la Realidad Virtual, la tecnología VR ha
conseguido al fin llegar a los hogares tras décadas experimentando
con dispositivos que se quedaban a medias -como aquel recordado
desastre que fue el Virtual Boy de Nintendo- o que eran demasiado
grandes e inaccesibles. La VR en casa es un hecho, pero también lo
es su precio, que en el caso de Oculus Rift se va a los 800 euros, y
si escogemos HTC Vive serán unos astronómicos 1000 euros. A todo
esto además hay que sumarle que hablamos sólo de periféricos y
necesitaremos un buen PC que mueva los juegos y aplicaciones. Otro
caso es PlayStation VR, pero estas necesitan que tengamos una consola
PS4 y de momento ese es su ámbito.
¿Resultado?
Entrar en la VR sigue siendo algo para bolsillos privilegiados a día
de hoy. A modo de alternativas Low Cost tenemos los móviles de gama
alta, cuya potencia, pantalla y sensores de movimiento los hacen
buenos recipientes para albergar esta tecnología. De hecho la
cantidad de apps VR en sitios como Google Play que hay es
considerable, máxime si tenemos en cuenta que simplemente
necesitamos un soporte en forma de gafas, ya que es el smartphone el
que realiza todo el trabajo.
De
esta forma nacieron productos que surgieron casi como una broma pero
cuya eficiencia han hecho que se asentaran, como las Google
Cardboard, unas gafas de cartón que cuestan menos de 5€ y que
permiten disfrutar de la experiencia VR acoplándoles un móvil
compatible. Lo mejor es que gracias a la red, ya es posible usar esta
VR Low Cost para probar los contenidos de la gama alta, es decir
juegos y demos hechos para Oculus Rift y HTC Vive. ¿Cómo? Pues con
el software VRidge.
Realidad Virtual para todos con VRidge
VRidge
es un sistema que adapta la salida estereoscópica y el input que
rastrea el movimiento de la cabeza de Oculus Rift a una app para
smartphones Android, lo que permite jugar a juegos y demos usando las
Cardboard o dispositivos para móviles similares de bajo coste que
sirven sólo para albergar el teléfono en sí. Simplemente tenemos
que bajarnos el programa en PC, conectar la app del móvil en la red
local Wi-Fi, y ya podremos lanzar demos hechas por la compañía
autora de este software (RiftCat) o ejecutar juegos Oculus y Vive que
tengamos en nuestro PC, y que necesitan Windows para funcionar.
La
mala noticia es que VRidge aún se encuentra en estado de beta, por
lo que habrá juegos que no funcionen bien o que directamente no se
ejecuten, pero sin duda es un primer paso para los que no pueden
gastarse la considerable cantidad de dinero que la VR actual de
sobremesa demanda en materia de PC y dispositivos. Como hemos estado
viendo, no es el único programa que ha surgido y nos ha permitido
conectar la VR barata de los móviles al ordenador.
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