Por
estas razones debes dejar de comerte las uñas... ¡ya mismo!
Morderse
las uñas es una mala costumbre que muchos toman durante la
infancia, pero llegan a arrastrar hasta la adultez, ya que es un
hábito muy difícil de dejar. Si eres de los que se comen
las uñas, te contamos que además de verte muy mal con el dedo en la
boca, también puedes afectar tu salud. Veamos en qué medida.
Comerse
las uñas es peligroso
Podríamos
considerar el hábito de morderse las uñas como un
comportamiento tan automático que difícilmente nos permite darnos
cuenta de que lo estamos haciendo. Generalmente, quienes se comen las
uñas no tienen idea de la cantidad de veces que se llevan los dedos
a la boca.
Así como ocurre con cualquier otro mal habito, comerse la uñas tiene efectos negativos en la salud. Seguramente te lavas las manos antes de comer, ¿pero acaso lo haces antes de llevarte los dedos a la boca? Es muy probable que la respuesta sea no, y como bien sabemos, esto implica ciertos riesgos.
Quienes se muerden las uñas tienen una mayor posibilidad de contagiarse de enfermedades, ya que todo germen que haya llegado a sus manos va directamente a su boca. Asimismo, estas personas suelen desarrollar paroniquias, también conocidas como panadizos, heridas infecciosas alrededor de la uña, que pueden ser dolorosas y requerir de atención médica.
Así como ocurre con cualquier otro mal habito, comerse la uñas tiene efectos negativos en la salud. Seguramente te lavas las manos antes de comer, ¿pero acaso lo haces antes de llevarte los dedos a la boca? Es muy probable que la respuesta sea no, y como bien sabemos, esto implica ciertos riesgos.
Quienes se muerden las uñas tienen una mayor posibilidad de contagiarse de enfermedades, ya que todo germen que haya llegado a sus manos va directamente a su boca. Asimismo, estas personas suelen desarrollar paroniquias, también conocidas como panadizos, heridas infecciosas alrededor de la uña, que pueden ser dolorosas y requerir de atención médica.
Si
tienes pequeñas heridas alrededor de los dedos, al llevártelos a la
boca traspasas cualquier tipo de infección que puede ser benigna en
tu saliva, pero si entra a la piel puede convertirse en algo más
complicado. Está comprobado que quienes desarrollan este mal hábito
durante mucho tiempo, terminan con uñas deformadas, ya que al
empujar o dañar la cutícula, se afecta a la zona que está debajo,
donde se va formando la uña que crece.
Esta deformación contribuye a que las uñas no crezcan en la forma que deben, lo que también las hace más sensibles a encarnarse y provocar dolorosas inflamaciones e infecciones. Otra zona que también sufre en las personas que se comen las uñas son los dientes, ya que el llevarse el dedo constantemente a ellos para morder la uña, puede desplazarlos e incluso romperlos.
Esta deformación contribuye a que las uñas no crezcan en la forma que deben, lo que también las hace más sensibles a encarnarse y provocar dolorosas inflamaciones e infecciones. Otra zona que también sufre en las personas que se comen las uñas son los dientes, ya que el llevarse el dedo constantemente a ellos para morder la uña, puede desplazarlos e incluso romperlos.
Cómo
dejar de comerse las uñas
Si
con estas razones te convencimos para dejar de comerte las uñas,
probablemente querrás saber cómo dejar de hacerlo. No es
fácil, pero existen trucos que te pueden ayudar. Lo primero es
motivarse, tener las ganas y la convicción de vencer esta verdadera
“adicción a morderte las uñas.” Si estas mentalmente dispuesto
a hacerlo, tienes más posibilidades de lograrlo.
Al ser una acción automática en la que no pensamos antes de llevarla a cabo, podemos ponerle obstáculos a nuestros dedos. Una opción es mascar chicle durante el día, ocupando tu boca en otra cosa, o bien tratar de llevar las manos en los bolsillos o protegidas con guantes.
Otra técnica para no comerte las uñas es mantener las manos ocupadas: lleva un lápiz y muévelo, juega con una pelota o elásticos, lo que es menos notorio. De ser posible, junta las manos si no las estás usando.
Al ser una acción automática en la que no pensamos antes de llevarla a cabo, podemos ponerle obstáculos a nuestros dedos. Una opción es mascar chicle durante el día, ocupando tu boca en otra cosa, o bien tratar de llevar las manos en los bolsillos o protegidas con guantes.
Otra técnica para no comerte las uñas es mantener las manos ocupadas: lleva un lápiz y muévelo, juega con una pelota o elásticos, lo que es menos notorio. De ser posible, junta las manos si no las estás usando.
El
reforzamiento mediante recordatorios también ayuda. Si por ejemplo
te pintas las uñas de un color llamativo, recordarás
automáticamente que debes evitar llevártelas a la boca con solo
mirar tu mano, lo mismo si usas un brazalete del tipo plástico o te
colocas alguna advertencia visual o táctil.
Si bien existen barnices de uña con un pésimo sabor, creados especialmente para evitar que la gente se coma las uñas, estos no tienden a funcionar bien. Puedes llevar registros de tus logros y premiarte cuando así lo amerite. Así estás más motivado y tienes el tema siempre presente.
En caso de no lograrlo, lo mejor es visitar a un psicólogo, ya que puede tratarse de algo más complejo de lo que imaginabas y puede que alguna situación o trauma en particular sea el verdadero origen de este nocivo hábito.
Si bien existen barnices de uña con un pésimo sabor, creados especialmente para evitar que la gente se coma las uñas, estos no tienden a funcionar bien. Puedes llevar registros de tus logros y premiarte cuando así lo amerite. Así estás más motivado y tienes el tema siempre presente.
En caso de no lograrlo, lo mejor es visitar a un psicólogo, ya que puede tratarse de algo más complejo de lo que imaginabas y puede que alguna situación o trauma en particular sea el verdadero origen de este nocivo hábito.
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